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viernes, 20 de diciembre de 2019

MOLESTIA APARTE .-

Yo molesto, tu molestas, él molesta. 
Todos molestamos. 
A mí me molesta que me tomo la molestia para que nos moleste, 
y tú ni te molestas en que te moleste lo que debería molestarte.
Yo me molesto en saber que molesto y que no tengo razón, 
y tú ni te molestas en averiguar si tu falta de molestia molesta, 
ni te molestas en pensar si tienes razón;
que no la tienes, y eso molesta. 
Así que si no molestamos... entonces que pintamos???!!!!

Por eso me tomo la molestia de mandarte a la mierda.                            ...Y allí nos vemos, donde no molestemos...

                                               (J.Roberto Mtz.Delgado - 2015)

                             LA LUZ DE TU MIRADA .- (Nerea)                

Un día más.
Una agonía más…
Otro día de lucha;
de vencer al no puedo,
de perder con el no quiero.
De cambiar muecas por sonrisas
que no resulten fingidas
y miradas que parezcan vivas.
El esfuerzo de reparar mis emociones,
rotas como las uñas de mi ánimo
cuando se agarra a una mesilla
donde reposa la lámpara del desconsuelo
y el despertador impertinente.

Puesta en pie y caminar…
Despedazarme a cada paso,
mientras se deshilachan las hebras,
o cilicios, que sujetan mi aliento.
 Un desmadejado guiñapo cubierto de alfileres
donde cada aguja infiere el suplicio
y angustia hasta en parpadear.
Donde grilletes sin metal,
invisibles e intangibles,
condenan mi voluntad dolorida.

Caminar en mis días de lágrimas bebidas
y sonrisas dibujadas.
De gemidos atascados en la faringe
irritada de hacerles prisioneros.
De miradas de cálida luz forzada,
pero alimentada
con el fuego del amor a los míos…
…para que no noten nada…   


(J.Roberto Mtz.Delgado - 211219)

jueves, 19 de diciembre de 2019


                        ATLAS .- 
                                                                    (J.Roberto Mtz.Delgado -210714-)

El camino sembrado de guijarros aguzados
que cortan el cuero grueso de mis pies,
va  quedando alfombrado de tallos partidos
y flores con las caras sorprendidas de verse rotas,  
arrancadas de su cuerpo  tras mi torpe paso.

El zumo verde de esa vida se mezcla
con el rojo de mis heridas,
enfanga el suelo de ese camino
polvoriento, sediento, hambriento ...

Lodo espeso que se derrama
e inunda las hondas cunetas
donde el ávido arroyo del karma
aguarda con sus estrechas fauces abiertas.

Paso a paso dejo tras de mí huellas profundas,
y estallidos de barro glauco y escarlata
con partículas vegetales y animales
de las que se alimentan oportunistas carroñeros
de orondas barrigas insaciables
que luego les impiden reanudar el vuelo.
Y si lo hacen explotan en el aire
esparciendo sus restos como abono fresco.

Trituro el camino con mis pasos esforzados.
Levanto mis pisadas pesadas,
cargadas de cetrino cieno grana.
Y así convierto en gravilla rojiza
y arena fina,
las piedras de bordes afilados
por la erosión de los acontecimientos....

Orbayados de lágrimas, sudor y saliva;
besos cálidos, sonoras carcajadas,
llantos, lamentos y maldiciones.
Intentos, triunfos y decepciones ...
Experimentos sin frutos y pulpa de malas decisiones.
Los avatares de una vida obligada.
Los recuerdos de una vida que dejé olvidada...

Como persiguiéndome,
atada a la cadena de mis errores,
una inmensa bola de Atlas
apisona esta carretera
pasando sobre los seres reptantes
que se cruzan o nos persiguen.

Aún fresca,
la calzada la terminan las rapaces
que se posan y decoran
con sus patitas el fino lienzo.
Y al mismo tiempo tras de mí,
el sol de la esperanza
y la brisa de la experiencia,
han convertido un camino tortuoso
en un cómodo sendero
por el que habrá de transitar
todo aquel que a bien le venga


 AVIONES.
(J.Roberto Mtz.Delgado  -210915-)                                                                                              
                                                       
Con postura de engullemoscas,
y un cierto vértigo por la forzada postura,
miro embobado el techo
azul, gris y blanco, según …
Veo destellos sobre el tapiz 
de un cielo nublado
de un cielo de verano.

Arrugo mi surcado
y mal depilado entrecejo,
mientras fuerzo la presbicia de mi vista
para descubrir el frenético espectáculo
de las acrobacias de decenas de vencejos
que persiguen insectos
invisibles a mis ojos...

Con la boca abierta por la postura
y el embeleso,
escucho la música del chiar bullicioso
del alegre motor
de esos aviones de plata y negro.

Al mismo tiempo,
elegantes golondrinas
con sus elegantes atavíos de engolada etiqueta,
pugnan disputas
entre fulgurantes destellos
de zigzagueantes y dislocadas cabriolas,
en cazas cetreras de invisibles objetivos.

Se superpone la banda sonora
de un canto coral penetrante,
bullicioso y discordante,
de notas danzantes igual que sus vuelos.

Alegres desayunos
de espontáneos individuos
ávidos, taimados y atrevidos
que me recuerdan mi estómago vacío,
aunque lleno del humo
del primer cigarrillo matutino.

Con la foto hecha (y el gargajo escupido):
Una mañana de verano
en una mañana de domingo,
reanudo mis distraídos pasos
mientras
 acompaño con silbidos
a la coral alocada y festiva
que taladra mis oídos.


DE UNA PATADA    (O dos, si hacen falta...) 
                                                        (J.Roberto Mtz.Delgado-281116-)

Quiero pellizcarme el alma con mis dedos.
Pinzarme con mis uñas afiladas como guadañas
de tanto provocar dentera arañando un espejo:
El espejo en el que rebotan fantasías
e ideas locas
que a cada golpe van perdiendo sustancia y veracidad
....Hasta quedar en nada. 
Ni siquiera el espejo.

Apenas verdades que se deforman
y derriten como los malos maquillajes
con el rímel corrido por lágrimas...
Ora de risas huecas,...
ora de llantos tontos...

Sonrisas de ignorante tristeza
o inconsciente alegría que resultan muecas,
ante la falta de luz de ventanas abiertas
y cerradas persianas de visillos atrancados
y cristales sucios opacados de pura roña.

Una bombilla muerta
en el centro de una habitación sin centro;
prisionera de un cable pelado,
muy cerca del interruptor que espera
el descuido para morder como una fiera ...

Frente a esta cochambre, ufano,
el arañado espejo que todo lo oculta
y que refleja lo que quiere
a unos ojos sin brillo que escudriñan
buscando respuestas en imágenes secuestradas:
Prisioneras, mentirosas y equivocadas,
tortuosas y torturadas,
desfiguradas y traicioneras,
ocres y pardas sin color,
con tonos de cera mate y apagada....

Prisionero en este cuarto cerrado
tras una puerta sin pomo y mugrienta,
desconchada de pinturas viejas,
sobre la madera hinchada.
Y bisagras oxidadas de apertura incierta....
Una mirilla empavonada que sólo muestra luz sucia
es mi único atisbo,
mientras aguardo
en la espera de oír los pasos de alguien
que en un ataque de asco y rabia
rompa la puerta, el espejo y la ventana...
De una brutal patada...

martes, 10 de diciembre de 2019


DISPEPSIA.- 
(J.Roberto Mtz.Delgado 130915.-)
Me arden las entrañas
como al paso de un trago
de alcohol rancio.
Un eructo de esófago abrasado,
traidor y contundente,
hace que broten lágrimas
por el escozor de mi garganta.
Lágrimas cristalinas
que saltan despedidas al parpadeo;
con una mueca de dentadura prieta,
agria y descompuesta,
mientras mi lengua queda adherida
a un paladar seco y arenoso.
De ahí surge el deseo de algo fresco.
Un trago largo, gélido,
bicarbonatado y burbujeante...
que calme mi estómago revuelto..
Una tosecilla seca e insistente
que surje de ese ardor dispéptico
y picor interno.
Tan, tan interno
como las profundas heridas que me dejaste.
Zarpazos en un alma que enfebrece.
Que tirita y se entumece.
Que se hiela y suda.
Que sangra, que llora y que ríe
como si fuera una fiebre física y visible.
Cicatrices abultadas,
azuladas y macilentas;
malcerradas y que ocultan
lo que no tiene sutura.
Lo que no tiene cura.
Tan solo el alivio de otro de tus besos.
Necesito tu saliva
y la dulzura de tu lengua;
la aspiración de un beso
que cree una corriente de aire fresco
que mitigue la fiebre
de este pobre enfermo.
DOMINGO DE VERANO. 
                                                                                      (J.Roberto Mtz.Delgado 210915.-)                          
Miro el cielo
y cojo aire tibio en un suspiro.
Veo destellos sobre el tapiz
de un cielo nublado,
de un cielo de verano.
Arrugo el entrecejo, esfuerzo mi vista;
absorto contemplo
las acrobacias de decenas de vencejos
que persiguen insectos
invisibles a mis ojos...
Con la boca abierta por la postura
y el embeleso,
escucho la música
del chiar bullicioso
de esos aviones de plata y negro.
Al mismo tiempo
elegantes golondrinas,
con sus elegantes atavíos
de engolada etiqueta,
pugnan disputas
entre fulgurantes destellos.
Mientras,
por un instante bajo la vista,
pardos gorriones vigilan,
desconfiados desde el suelo,
y esquivan a grises y sucias palomas
que les roban el escaso sustento
al paso de sus ridículos andares
de estúpidos movimientos.
Sobre estas imágenes
se superpone la banda sonora
de un canto coral penetrante,
bullicioso y discordante.
De notas danzantes igual que sus vuelos.
De reflejos destellantes
de cazas certeras
de múltiples insectos.
Alegres desayunos
de actores inadvertidos,
ávidos, taimados y atrevidos.
Mientras,
a mis pies
los menos aguerridos,
luchan con riesgos
y vencen sus miedos
para alimentar sus nidos.
Una mañana de verano
en una mañana de domingo,
reanudo mis distraídos pasos
pero con cuidado donde piso...
F U R T I V O .- 
                                                                                                  J.Roberto Martínez Delgado(291016)

No es una lágrima perlada:
Es un brillo a contraluz;
una señal de espejo con un destello furtivo.
No es un maltrago de pena:
Es un lazo, un nudo reseco sin saliva
que se desata a mordiscos.
No es en simple sigilo:
Es un desgarro furioso, silencioso;
un zarpazo a los dedos artríticos
que mueven nuestros hilos.
No es un deprimido deseo:
Es voracidad sin freno
que se arrastra, se introduce y cruje
rompiendo las defensas de lo que ansío.
No es un ronco suspiro:
Es el aire que desplazo
cuando te sigo,
siendo viento que te agarra
de muñecas y tobillos;
Sin remilgos.
Y no es un simple ruido:
Es brillo, es furia, es viento.
Son mordiscos, zarpazos
y un rugido:
De gato..., Pero rugido.

jueves, 21 de noviembre de 2019


VOLUTAS DE HIELO .-
 (JRoberto Mtz.Delgado-070819)

El vaho díscolo,
por volutas arrebatado en un aire
crujiente,
forma minúsculas dagas cristalinas
que terminan incrustadas
en mis cejas, pupilas y pestañas;
acribilladas.

Así mismo
pintan una ancianidad divertida
al posarse en mi bigote y barba,
descuidados y rasposos
como el lomo de un jabalí cabreado,
lo suficientemente ásperos
como para prender la cerilla
del ánimo con el que fumar,
con parsimonia,
el cigarrillo del escepticismo lacónico
que apuntala mi estoica expresión…
El cigarrillo que al repegarse
arranca traidoramente medio labio…

Inducidas por el humo (quizás)
unas lagrimillas,
prisioneras con puertas abiertas,
indecisas se asustan del precipicio
que ofrece el alfeizar de mis pestañas.

Lágrimas que al asomarse
al punto se congelan.
Igual que mis deseos de quedarme…

Lágrimas ahogadas en un bostezo mudo
que no quiso ser un grito,
más bien una expresión
de fastidio o de lamento sin pena.
Sólo bostezo.

Amago un paso ridículo
a tientas,
cegado por esas inoportunas
lentillas de hielo,
mientras hago parpadeos
semejantes a las escobillas de un seiscientos,
como cuando no dan abasto
durante un chaparrón de verano;
pero en invierno…

Alelado, helado
de frío y de pensamiento:
Por dentro.
Sin decidirlo lo decido:
Aquí me quedo,
quieto frente al horizonte brumoso,
casi pegajoso, (como si se viera…
o como si hubiera…)
Pero no me muevo.

Miro y no veo,
tampoco quiero.
Palpo el escroto del aire
y no siento ni los filos
ni el tintineo de los cristales
de volutas de hielo rotas…
ni tampoco la punta de mis dedos.

No me corto,
no hay excusa hipócrita,
tampoco hay heridas ni sangre,
ni rastros delatores
detrás o delante de las huellas
de mis botas de hielo,
de mis pies pegados al suelo,
anhelando que no termine el invierno,
mientras fumo el cigarrillo de mis deseos…

sábado, 28 de octubre de 2017

COMETA EN EL CIELO .-  
          (J.Roberto Mtz.Delgado 23-07-15)

Como un chiquillo corro.
No persigo nada
ni nada me persigue.
Simplemente corro ...
Los mosquitos  que se  estrellan en mi cara
dan  fe de la velocidad de mis pisadas.
El camino es mío.
Cada palmo de terreno donde piso
y hasta donde alcanza  mi mirada,
el camino es mío.
Me detengo entre carcajadas e hipidos,
tosiendo sin resuello
y escupiendo espuma blanca de saliva con insectos.

Ya respiro sereno...
Levanto un brazo y extiendo una mano:
Mi dedo señala un punto donde mi vista no alcanza.
Mis ojos miran un horizonte que no ven sin gafas.
Las tengo en mi bolsillo, guardadas y olvidadas...
Mis dedos, extendidos, ocupados
en  pellizcar la nada.
La nada se esconde tras la nada;
y se aleja volando, nadie sabe donde.

Mis uñas arañan los deseos
que, como burbujas, flotan en el aire.
Deseos que, como cometas,
se  tensan en lo alto
gracias al viento.
Alejados y sujetos:
Deseos y esperanzas
danzan en un baile
lleno de juguetones requiebros.
Jugando, bailando, volando...
alcanzan la posición del privilegio
de mirar más allá...
Más alla de la línea que yo no veo...

Con la soga del hilo tenso
quiero atar nubes
y robarles sus secretos.
Trepar por esa cuerda hasta alcanzar  mi cielo...
LA CULPA .-  
               J.Roberto Mtz.Delgado (200417)

Un momento congelado de fotografía
en blanco y negro, tirando a magenta,
revela un recuerdo dibujado a tinta invisible
con un boli que transparenta
arcoiris sin colores,
pero que emborrona
a trazos gruesos, de azul casi negro,
sobre un papel inexistente.

Dejaste una firma que afirma
que allí no estuviste.
Que ni tan sólo pasaste.
Ni  tampoco pisaste.
Saltaste sobre el decorado
con bota de sieteleguas..
Ni miraste.
Ni eso.

La memoria de un improbable suceso
que se borra chupando el dedo,
dejando el rastro grasiento
de una huella dactilar desdibujada.
Ni delatora, ni tampoco impostora...
Un aliento mohoso de gotículas quebradas
que empavonan el cristal o el espejo,
y no dejan pasar la verdad,
ni la luz, ni el puro negro...

Una mirada impávida, sorprendida
y licuada en un zumo sin sustancia,
ni acidez, ni color, ni sabor...
Mirada vacía como el contenido de esa mano adelantada,
que no sabe si atrapa, o ataca, si defiende...
...O símplemente señala mientras unos pies,
semienterrados y entumecidos,
desconocen si saltan o escapan
en un resorte improvisado.

Desde una esquina sin trípode,
desde un rincón sin cámara,
ni nadie que gradue un objetivo...
El fogonazo del magnesio
de una lámpara sin cromado,
descubre a traición
la cara de estupor
de quien se ve descubierto
sin hacer nada...
¡Sin haber hecho nada!
¡Maldita sea!
¡Sin haber hecho nada...!
                                                     TODO  O  NADA (Sin Ti) 


Cómo me llena
que camines junto a mí.
El cuidado divertido
en pisarnos las sombras,
la tuya y la mía,
intentando atraparlas
con saltos de zorro.

Paseo tus pasos
como mis besos por tu cuerpo.
Pareo tus labios
como tus ojos negros,
como mis tiernos versos...

No importan siendo atrevidos,
ni si son vacilantes
o desacordes,
o decididos y atronantes:
Son y lo son compartidos.

A ratos
la falta de sincronía,
divertida,
procura el choque de nuestros hombros
entre carcajadas, escorzos y trastabillos
de cordones enredados
en nuestros tobillos.

Otras que no mirabas,
que no miraba,
distraidos;
absortos en el camino,
en las veredas,
en las flores,
en los cardos,
en la hierba;
en los pájaros que rebuscan
en nuestras pisadas de barro
en tierra seca.

En nuestras pisadas
(que resuenan como un eco)
un eco de recuerdos,
de instantes de no sucesos
y de futuros variables.
Un eco azuzante mientras andamos
con el culo prieto.
Otras que no miramos,
olvidamos entrelazar nuestros dedos;
poco importa.
Nos lazan y envuelven en nuestros pasos
el halo de nuestros secretos
(de nuestros recuerdos).
De los que todavía no han sido,
pero sucederán
mezclados con el olor y el sabor
del sudor de nuestro esfuerzo;
del calor evaporado
por el viento de los sucesos.

Pero poder usar toda la retórica
y ser capaces de escribir
poemas
con el bolígrafo sin tinta
y de bola loca
que es el alma.
Pero que son los que más duran,
porque son los que más cuestan,
porque son los que nunca terminan.

Auparte y ayudarte
(completarte y completarme)
a coger tu mundo al completo
mientras beso tu ombligo
con avidez.
Besos en tus labios
y arañazos en la espalda
que se curan con sal de lágrimas.
Sentir tus pestañas
acariciando mis rudas mejillas.
Pero sobre todo
saber que sin tí no soy nada.
Saber que eres mi Aleph
mucho más que la mitad de mi alma.

Me derrito y te deslizo
hasta encontrar tus labios:
Tu lengua.
Jugar a medirnos la lengua.
Encontrar nuestro ying y yang
en nuestras bocas
y ver cual más dentro se adentra
hasta tocar y sorber nuestro aliento,
mientras me convierto en el cimiento,
en la columna, en la escalera,
en el soplo de tus velas,
que te permita conquistar
el mar de tu cielo.

-  J.Roberto Mtz. Delgado 150316 .-
[    Como?   ]
                                                       J. Roberto Mtz. Delgado (270317)

¿Como?
-A manos llenas...
¿Cuando?
-Ahora
¿Por qué?
-Porque has preguntado cuando
¿El que?
-Todo lo que me pidas...
¿Para que?
-!Para que veas que puedo!
¿Que?
-... Darte mi vida...

LLUVIA TRAS UN CRISTAL DE TELEVISOR.-
                                                                        (J.Roberto Mtz. Delgado - 281017 -)

Llueve en el televisor de mi ventana.
Suicidas gotas sucias
corren como posesas
en una carrera frenética
sin más sentido que deslizarse,
o quizá divertirse
alterando y refrescando imagenes:
Las que se dibujan al otro lado.
O quizá para que yo las vea en el suyo
atrapadas en semiesferas e invertidas.
Todo por el placer de lo absurdo.
Quien lo sabe....

Observo enmimismado,
sin voluntad de enfocar más allá
de esa pantalla velada,
ni de pensar si ese baile de sombras chinescas
a colores desvaídos tiene sentido,
ni si es trascendente.
Tan solo miro
mientras la calidez de un leve suspiro breve
monta una lente de filtro difuminado,
como las que usan las viejas actrices viejas.
Plano fijo de secuencia lenta,
como los que usa y abusa Garci,
porque todo se mueve con pereza
y lánguido tempo...
Como los latidos de un poderoso atleta...

Imagenes de incierto guión
donde los actores interfieren
las ensoñaciones y fantasías
de un impávido director.
Imágenes borrosas y quebradas,
de colores apagados
pero de rutilantes reflejos encerrados
en una prisión cristalina de gota fresca.
Imagenes estrambóticas e invertidas
que simulan una burla sin vis cómica,
ni gracias de caras caricatadas,
ni risas maquilladas de talco cuarteado.

Pego mi frente y nariz en ese cristal.
Mi respiración monta bronca
con el sainete dicharachero
al cubrir de niebla poco duradera,
pero insistente más que persistente;
de dulzón aliento;
opacando la danza de figuras desdibujadas
que poco a poco
se van despidiendo y saliendo de escena
sin saludos ni despedidas;
marcha atrás sin perder
una sonrisa burlona y pícara,
mientras cesa la lluvia
y comienza la vida real
más allá de mi ventana...

miércoles, 13 de septiembre de 2017

TRENZAS DE HIERBA. -     

Puede ser que peine el aire 
con el vello de mis brazos
erizado por la emoción de la caza,
la persecución de mi sombra
y el fresco aire de cualquier mañana.
Rasgo tiempo y espacio
con las cuchillas de mis dedos,
con las uñas nacaradas 
pero mordidas de impaciencia, 
melladas de arañar
la estela de mi propia espalda.

Desato los nudos del cabello de ese rastro
y vuelvo a entrelazarlos
con el aliento de mis anhelos.
Peino las crines y le susurro al oido
al caballo salvaje de mis deseos
mientras le acaricio con mis trémulos dedos
y suspiro el deseo de cabalgar
sin freno 
hasta donde se pierden los recuerdos que seran,
o no...

El polvo levantado en mi carrera
forma figuras danzantes, 
sin ritmo, 
pero que bailan
al abanicado de mis manos
y al soplo de mi aliento
entrecortado
y agotado.
El mismo soplo que forma olas
en la hierba verde de las veredas
y que se torna más oscura en las cunetas.
El mismo verde que tiñen mis yemas
quemadas, 
abrasadas de acariciar el mañana.

Muerdo el aroma de los fracasos
con chasquidos huecos y al aire,
intentando desgarrarlos en vano.

Mientras,
el caballo sin freno ni riendas,
escupe el bocado de la prudencia
y cabalga taimado
dejando imperceptibles huellas.


J. Roberto Martínez Delgado  130917. - 

sábado, 25 de mayo de 2013

CINCO MINUTOS DE ESPERA (011212)


...
Cinco y cinco no son diez.
Es la hora en que ansioso miro la puerta
y a cada segundo giro la cabeza y sigo cualquier movimiento
que surja a través de su dintel.


Quizás llegues tarde con cara cabreada
o con una sonrisa radiante y palabras atropelladas entre carcajadas,
o simplemente muda y distante....
Pero no me importa. Podré percibir como creces otro milímetro
y contemplarte con expresión abobada de padre.


Cinco y cinco son cincuenta y cinco. Minutos de nuestras vidas.
Minutos que se me escapan como arena y agua. Como tu infancia.
Memorizo tus rasgos día a día con avaricia...pero la última fotografía borra la anterior.

Eres tan lista e inteligente como la chispa de tu mirada,
nada transparente pero, deseosa de la paz de niña que nadie te da.
Aguantas estoica y finges que no pasa nada
mientras veo, impotente y torpe, sombras amargas
que no sé endulzar ni iluminar.


Cinco por cinco son veinticinco...
Años en que los que tú eres lo único que supe hacer realmente bien.
Has venido al mundo para maravillarle
y putearle a tu antojo...
pero ten piedad de él.


Cinco elevado a cinco...
…líneas...en las que no podría describir lo que siento por mis hijos.
No dan abasto palabras y frases...nadie puede.
La respuesta y las emociones están
bajo el tablón de la escalera del sótano de Jorge Luis Borges.


Cinco y cinco son diez. Mas uno once y mas dos doce…
y aunque crezcas el doble siempre serás mi niña de diez.


J. Roberto Martínez Delgado...011212.-