Mientras dormía, soñaba
que alguien dulcemente le mecía.
Y mientras le acariciaba,
sosegado, …., moría.
Ya viejo y cansado
de la cruel existencia,
quien desde que hubo nacido
esta condenado a tenerla.
Quien jamás conoció cariño,
ni el calor de una madre,
ni la caricia de un niño …
Nada ni nadie que le ame.
Rosario huesudo
de cola truncada.
Termina en un nudo
su pata cortada.
Y comida una oreja,
la otra esta tiesa
atenta a los palos
que lleguen volando.
Todo pellejo, y
más que piel cicatriz;
señales en todo el cuerpo
desde el rabo a la nariz.
Disputando restos podridos
enfrentándose a las ratas;
ya ni evita los mordiscos
ni responde a dentelladas.
Su feroz miseria feroz
sobre tres patas,
en pos de la muerte veloz
que para el ya tarda.
Por fin ha encontrado
un sitio oscuro y tranquilo.
Se derrumba agotado
sobre este mundo maldito.
…Y flotó, ligero,
sin dolor, sed o hambre ….
Arrebatado desde el cielo
por una mano gigante.
Subía. Subía
y al mismo tiempo veía
el todo y la nada,
el siempre y el nunca
de la vida y la muerte…
Flores pisoteadas,
campanillas libadas
por abejas y moscas,
fruta dorada,
campos roturados,
preñados, segados
y vueltos a romper.
Agua que cae,
que limpia, que filtra,
que fluye, que rompe,
…. y vuelve a subir….
…. Luces, calles,
frío, niebla y nieve
y nieves perpetuas
y avalanchas
y calmas …
Incomprensibles ecuaciones,
fetos deformados,
niños sanos,
risas de niños sanos,
el aroma de la nuca de un bebe.
Volcanes, glaciares,
cataclismos, creación,
enormes abismos,
rocío y montañas.
Las flores de una montaña,
los aromas de una mujer,
el aroma de un pastel.
Miseria, hambre, opulencia,
desastres, risas, llantos,
sudores en vano, miedos,
angustias, cosquillas,
panes y tortitas….
….El sol, la luna,….
Júpiter, plutón,
enormes pedruscos,
la via láctea,….
un traguito de leche,
Sopor……………………
…………………………….
…………………………….
…………………………….
Un brillo cegador…
…………………………….
Una dulce voz
amistosa………………..
…………………………….
Y una carita sonriente,
una cara de niño.
La carita más preciosa
que nunca se haya visto.
……………………………..
-“Eh!, buen perrito!”
“Que lindo eres!”
“Ven y juega conmigo,
y mis amigos,
para siempre…!”
J. Roberto Martínez Delgado.- (1984)
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